jueves, 21 de agosto de 2008
Cuento Borgeano
Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. Uno tras otro caen sin que yo me ensantgriente las manos, pero sé que uno de ellos profetizó, que alguna vez llegaría mi redentor. ¿Cómo será mi redentor? ¿Será como yo?
El sol de la mañana reverberó en la espada de bronce. Ya no quedaba ni un vestigio de sangre.
-¿Lo creerás, Ariadna? -dijo Teseo-. El minotauro apenas se defendió.
Fragmento de Jorge Luis Borges (La Casa De Asterión)
Grande Aprile en la foto con remera de Sex Pistols. Arriba Cuentos Borgeanos!
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